En un balcón de Madrid he deseado
que todo hubiera pasado aquí,
con una vuelta de tuerca.
Te veo a ti viniendo a mi casa.
Llamando a mi timbre.
bajando mis escaleras a gritos
y que fueran mis vecinos
los que nos miraran mal
al subir en el ascensor.
Es increible como la palabra tú
es el sinónimo de cualquier casa
que no es la mia.
Entraste a mi vida
en un abrir de ojos
y aunque los sostuve abiertos,
hasta que se secaron,
mirando la cosa mas mágica del mundo,
tuvieron que cerrarse
para no ver como te ibas.
Lloraron tu pena
y volvieron a abrirse
para enfrentarse a la idea
de no volver a verte nunca.